El abogado Sergio Magalhanes, «Doctor Porsche», tiene una verdadero museo de la casa de Stuttgart en su garage, con 26 autos. Es la mayor colección de América Latina, según Quatro Rodas. 

Un garage de 250 m2 alberga un verdadero museo privado. Un abogado llamado Sergio Magalhães Filho, de 74 años,  tiene nada menos que 26 Porsche bajo techo en su casa de San Pablo, en lo que sería la mayor colección privada de la marca de Stuttgart en América Latina, según informa la revista Quatro Rodas en un informe.

Conocido como Doctor Porsche, este abogado paulista atesora también un trofeo que se lo dio la propia marca alemana. En total tiene 34 autos clásicos, pero sólo ocho pertenecen a otras marcas. «A medida que la colección fue creciendo tuve que comprar la casa de atrás a la mía para poder ampliar el espacio», explica.

Una Kombi alargada de 1975 acompañada de una réplica del Spyder 1955, de Doctor Porsche.

«Mi primer auto fue un Fusca (Escarabajo) de 1961, pero me sentí realizado  más tarde con un Fusca 1966 en el cual adapté un motor y cambio de Porsche», explica. En ese momento, fue lo más cerca que pudo estar de la marca.

A medida que fue ganando nombre en la profesión, aumentó su deseo de tener un Porsche. En 1974 se compró el primer modelo de la colección,un 911 Carrera amarillo. » Un Porsche es fantástico, uno puede usarlo para ir a 300 km/h o para ir al mercado, ya que es dócil cuando es necesario», dice el abogado.

Un Fusca con motor y cambio Porsche simboliza su inicio con la marca.

A partir de ese momento, Magalhães comenzó a adquirir algunos modelos raros, la mayoría comprada en el exterior. «Viajo todos los años con otros coleccionistas, en abril fue a Essen y en agosto a Pebble Beach«, cuenta el abogado, refiriéndose a las dos muestras muy importantes de autos clásicos.

Con tantos modelos, le resulta difícil elegir un preferido. Sin embargo, siente algo especial por una réplica de Singer (los artesanos norteamericanos expertos en Porsche), un 911 antiguo con mecánica moderna. «Resolví recrear uno y en lugar de la firma Singer, le puse mi nombre«, cuenta orgulloso. El 356 de 1962, del que existen sólo dos unidades en Brasil, es otro de sus preferidos.

El reportaje completo con más fotos pueden verse en la revista Quatro Rodas. Aquí abajo, un video en portugués del programa Claquete, en el que se muestra la colección.

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