Finalmente, se lanzó en Argentina la nueva Fiat Toro naftera con motor 1.8 de 130 CV y caja automática de sexta. Mantiene el excelente nivel de equipamiento con precio más competitivo.

DESDE BUENOS AIRES. FCA presentó hoy en el complejo Al Río de Vicente López la Fiat Toro naftera. Se trata de una nueva versión entrada de gama que siempre se ofreció en Brasil pero nunca en nuestro país, donde tuvo preeminencia el motor diésel 2.0. Ahora, superados los inconvenientes, Fiat está relanzando la marca Toro.

Con la nueva versión -llamada Freedom 1.8 AT6 4×2– la gama se compone por tres versiones. Pero Fiat ya adelantó que su idea es ofrecer un total de siete versiones, una nafetera por debajo de esta que se está presentado, otra naftera por arriba y dos más diésel 4×4. Así quedará en un futuro próximo la gama Toro en Argentina:

Hoy son tres las versiones de Toro, dos diésel y la nueva naftera. Pronto serán siete.

La idea de Fiat es recuperar el espacio perdido. Hoy, en esta especieded subsegmento de pickups intermedias, está muy detrás de la Renault Oroch, que siempre fue bastante más barata por ofrecer mecánicas nafteras. Los precios actuales de la Oroch 4×2 van desde los $632.300 hasta los $720.100, pero no tienen el equipamiento de la Toro.

La nueva Fiat Toro naftera viene con 7 airbags, control electrónico de estabilidad ESP, tapizados de cuero, climatizador automático de dos zonas con salida para las plazas traseras, caja automática, equipo multimedia con pantalla de 5″ y cámara de retroceso-GPS, control de velocidad crucero, espejos y levantavidrios eléctricos, entre muchas otras cosas. Este equipamiento realmente completo hace que los $750.000 no parezcan tanto.

Todos los detalles pueden consultarse en la ficha técnica.

Como curiosidad: la Toro ahora tiene desempañador trasero, algo que increíblemente Fiat nunca le puso a esta camioneta. Todas las versiones model year 2019 lo traen.

Estéticamente pierde sólo algunos detalles cromados como los de la parrilla, los frizos de las puertas o del rack del techo. El resto es igual.

Las llantas son de aleación de 16″ y la lona marítima viene de serie.

7 airbags, control de estabilidad, asistente a salidas en pendientes y climatizador, entre muchas otras cosas.

Las excelentes butacas de la Toro, con tapizado de cuero.

Bienvenido el desepañador para el vidrio trasero de la Toro.

El motor es el conocidísimo 1.8 E-torQ de 130 CV y 175 Nm de torque disponibles desde las 3.750 rpm, asociado a una caja automática Aisin de seis marchas y tracción delantera. Dirección con asistencia eléctrica, frenos a disco en el eje trasero y suspensión independiente de tipo multilink.

El precio, como dijimos, es de $750.000 con tres años de garantía o 100 mil kilómetros.

Contacto

En la presentación pudimos dar un par de vueltas que de ninguna manera constituyen un test drive, pero sirve para tomar contacto. Lo primero que hay que decir es que la Toro siempre fue un gran producto, más allá de los problemas que tuvo en las versiones manuales. Sentarse en la Toro es una muy buena sensación.

La terminación es muy buena, los asientos son más cómodos que la media, los tapizados de cuero sintético tienen buen tacto y la ergonomía general de la Toro es muy destacada. Nada de esto es nuevo, pero después de un tiempo sin subirnos es bueno recordarlo.

El equipamiento, como mencionamos arriba, es completísimo y el único detalle que no está a la altura es el equipo multimedia, por el tamaño de la pantalla y porque no tiene Android Auto-Apple CarPlay. Lo equipara hasta cierto punto con navegador satelital y cámara de retroceso.

El motor es un viejo conocido, el 1.8 de 130 CV, que viene en Renegade, Cronos y Argo, por ejemplo. Es un motor perezoso a bajas vueltas, que necesita pasar las 4 mil rpm para dar lo mejor de sí. Dicho esto, también hay que mencionar que la Toro naftera descargada se mueve bien. A diferencia de la diésel, que carga una tonelada, esta llega hasta los 650 kg, lo mismo que la Oroch.

Parte de esta buena sensación al volante tiene que ver con la caja automática japonesa Aisin de sexta, la misma de gran cantidad de productos de Peugeot, Citroën, la propia FCA y hasta Volkswagen (recientemente la probamos en el Virtus). Es una caja que hace las cosas sencillas y que responde muy rápidamente al kickdown del pie derecho.

Para uso en ciudad esta Toro naftera automática es ideal y siempre se ciente a gusto. Curiosamente, dice Fiat que no ha hecho pruebas a este motor con GNC, algo que los usuarios ya están haciendo sobre todo en el Cronos. Las pruebas comenzarán ahora.

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