Prueba de manejo: Antofagasta de la Sierra en una Amarok V6

noviembre 9, 2017 en Pruebas por Mauro Osorio

Amarok V6

Hicimos un largo test drive de más de 2 mil kilómetros hasta las región andina de Antofagasta de la Sierra a bordo de una Volkswagen Amarok V6. Un motor que enamora en una propuesta para asfalto.

A veces en esta profesión nos podemos dar algunos lujos y esta fue la ocasión. Aproveché una unidad de la nueva Amarok V6 que nos prestó Volkswagen en Córdoba para probarla por una semana y con amigos viajamos hasta la localidad de Antofagasta de la Sierra, en plena Cordillera de los Andes, bien al noroeste de la provincia de Catamarca. Es uno de los lugares más inhóspitos y hermosos de nuestro país.

Antofagasta es una especie de oasis con varias lagunas en una región de clima muy severo, rodeada de volcanes y salares. Está a 3.323 metros sobre el nivel del mar, pero para llegar se deben cruzar los 4 mil msnm y tiene zonas, como el Volcán Galán, a más de 6 mil. La región se conoce como Las Parinas, ya que hay numerosas aves de ese nombre muy similares a los flamencos.

antofagasta de la sierra

Las posibles rutas para llegar a Antofagasta de la Sierra. El odómetro marcó 930 km.

Antofagasta de la Sierra está a 930 kilómetros de Córdoba y para llegar allí no se necesita un vehículo demasiado preparado, ya que sólo hay unos 120 km de ripio en bastante buen estado. El problema es que la pequeña localidad de 700 habitantes está alejada de todo: la última estación de servicio con combustible apropiado está en Belén, a 260 km de distancia. Es necesario llevar bidones o disponerse a pagar $30 el litro de Infinia Diésel en revendedores que compran el combustible en barriles. El otro problema para un vehículo común es la altura, que apuna a los motores pequeños.

La Amarok V6 Extreme

Amarok V6

La unidad probada era una flamante Amarok con motor 3 litros turbodiésel V6, de 224 CV de potencia y bestiales 550 Nm de torque. Esta es la versión más cara de todas Extreme, que cuesta $1.089.100 en color característico Azul Ravenna y se distingue por la sportbar en la caja, los estribos planos de aluminio y las enormes llantas de 20 pulgadas.

Estéticamente, esta Amarok V6 se ve espectacular y créanme que la gente la reconoce en la calle, pese a no ser tan distinta a las otras. Dos dueños de las Amarok común me pararan para preguntarme de todo. El punto más requerido es el del consumo.

De todos los aspectos diferenciadores, me parece que lo que más llama la atención son las llantas, porque es muy raro que una chata venga con rodado 20 y cubiertas de perfil bajo. Esto habla a las claras de la propuesta de la Amarok V6: está pensada para ruta y para ciudad, y es algo en lo que yo debería haber pensado mejor antes de iniciar esta travesía. Imagínese intentar conseguir un neumático rodado 20 como éste en un lugar en el que ni siquiera existen gomerías. El concesionario oficial VW más cercano está a más de 500 km.

Amarok V6

Llegar a Antofagasta de la Sierra no es tan difícil con un vehículo común, pero desde allí hacer los otros recorridos exige muchos cuidados.

Yo fui con un sólo auxilio y apenas vi que cada camioneta que me cruzaba llevaba uno debajo de la caja y dos arriba, más lo bidones de combustible (de eso sí me avivé), me di cuenta de mi inexperiencia y desconocimiento del destino. Dicho esto, adelanto el final: la Amarok V6 no tuvo mayor problema que un pequeño tajo en una cubierta y se bancó toda la travesía. También es cierto que a determinados lugares no fui, por recomendación explícita de los lugareños que miraban las cubiertas y se me reían de costado.

Estamos hablando de caminos de ripio y piedra volcánica, tramos de arena suelta, salares y trepadas empinadas con piedra, todo a 4 mil msnm. Es un territorio realmente desafiante para una pickup, con el agregado de que hay caminos por los que no pasa un alma en todo el día, literalmente. Los que pasean turistas -todos extranjeros- llevan siempre un teléfono satelital. Mi smartphone se transformó inmediatamente en un tonto reloj con cámara de fotos.

Amarok V6

Ripio y piedra filosa, los desafíos del territorio desértico.

Pero antes de llegar a destino hubo que hacer largos kilómetros por asfalto y ahí la Amarok V6 se siente como un pez en el agua. A nivel general, la Amarok es la camioneta de mejor tenida y desempeño en la ruta. Esta V6 con caja automática de ocho marchas es orgásmica a la hora de tomar curvas o simplemente acelerar en tramos de 30 kilómetros totalmente rectos.

Basta pisar el acelerador para que salga despedida hacia delante, con rebajes furiosos en los que uno no puede no pensar en el precio del gasoil. En este sentido, el funcionamiento secuencial de la caja con levas al volante es muy recomendado, ya que el motor tiene torque para regalar y por ahí la caja realiza rebajes innecesarios. Siempre, pero siempre, esta Amarok V6 tiene potencia para dar.

De todas maneras, nunca hay que olvidarse que estamos a bordo de una camioneta con un centro de gravedad elevado y una gran inercia. Esta Amarok transmite una seguridad que nos hace olvidarnos de las leyes de la física. Por favor, úsese responsablemente.

Amarok V6

Tomar curvas en asfalto con la Amarok V6 es una experiencia que poco se parece a manejar una pickup.

Y ahora el punto que hizo a un propietario de una Amarok Ultimate 2.0 se agarrase la cabeza: el consumo. Si bien lo que declara Volkswagen no es real (7,4 litros cada 100 km), lo cierto es que este motor 3.0 V6 consume muy poco. A los legales 110 km/h no llega a los 9 litros y a 140 apenas llega a los 10,5. Todo depende del estilo de conducción, porque esta Amarok invita al kickdown violento a la hora de pasar un camión y ahí los consumos se disparan.

Dijo mi copiloto: en la última acelerada que pegaste me pareció ver la cara de Aranguren aparecer en la pantalla. 

Lógicamente, es en ciudad donde más se siente la diferencia con el motor 2.0 y los consumos elevan, pero pero no pude tomar valores de refencia concretos. Vea, es que no hay mucho tráfico en la Puna.

Interior

Amarok V6

Por dentro, esta Amarok V6 no tiene grandes cambios respecto a las otras que también se fabrican en Argentina, lo que no es algo bueno teniendo en cuenta el precio de esta versión. El gran punto a favor son las butacas ErgoConfort, tapizadas en cuero, calefaccionadas y con regulación eléctrica. Una vez más, esta Amarok está hecha para largos viajes y los asientos ayudan a llegar 0km.

El equipamiento tiene faltantes para su precio: trae sólo cuatro airbags (la Hilux tiene siete a partir de la SRX 4×2), le falta salida de aire en las plazas traseras (y, ya que estamos, la toma de 220V que trae también Hilux) y la calidad de terminación es mejorable. No está mal para una camioneta, pero sí para la pickup nacional más cara del mercado.

Esto no quiere decir que esté mal equipada, ya que trae muchas cosas (ver ficha técnica). Pero por ese precio uno espera sorprenderse y no es el caso. En este sentido, la Mercedes Clase X que se hará en Córdoba tiene un nivel muy superior en todos los ítems, al menos en la unidad que yo manejé, fabricada en España. Habrá que ver cómo salen las Clase X de Santa Isabel. Y está también la RAM 1500, de segmento superior, que trae absolutamente de todo y sale US$59.600, menos que esta Amarok Extreme.

La habitabilidad es muy buena, lo ideal para un viaje largo son cuatro personas pero cinco se acomodan sin problemas, llevando todo el equipaje atrás. Y ahí otro detalle: viene sin lona marítima para la caja, hay que comprarla aparte. En cambio, un equipamiento muy destacable: el material DuraBed que recubre la caja para proteger la chapa es excelente.

El equipo multimedia es muy bueno, suena muy bien, el control por voz funciona bien (no llega al nivel del Sync 3 de Ranger), el aire acondicionado enfría de maravillas y el GPS nos llevó sin problemas hasta Antofagasta (no así hasta Antofalla, pero eso es entendible).

Al Salar de Antofalla, donde las mineras buscan litio

Amarok V6

El Salar de Antofalla es el más largo del mundo.

No nos quedamos en Antofagsta: subimos hasta los 4.635 msnm para cruzar hasta el Salar de Antofalla, el más largo del mundo. En el punto más alto la temperatura baja considerablemente, los vientos superan todo el tiempo los 60 km por hora y el agua no llega a descongelarse.

Amarok V6

No nos cruzamos vehículo alguno de ida, pero abajo, ya en el salar, sí se divisan algunas pickups. Son equipos de exploración que están buscando el oro blanco del futuro, el litio. Este mineral se utiliza para la confección de todas las baterías modernas, desde teléfonos a autos eléctricos. Justo ayer, la empresa estadounidense FMC anunció una inversión de 300 millones de dólares  a sólo 25 km de este lugar, en el Salar del Hombre Muerto.

Los equipos de exploración de las mineras utilizan en su gran mayoría camionetas Hilux y algunas Ranger. En ese mismo ámbito, la Amarok V6 se portó de mil maravillas y el Azul Ravenna resplandecía en el suelo blanco. La comunidad kolla de Antofalla nos recibió con exquisitas tortillas de quinoa y la V6 no pasó desapercibida entre sus 22 habitantes.

Para este tipo de uso, la tracción integral automática de la Amarok es suficiente y más de una vez se conectó solo el sistema off-road al detectar falta de adherencia en las trepadas de ripio. Para usos más extremos en barro o arena, puede no ser suficiente.

Íbamos a ingresar a las aguas termales de Botijuela -este lugar no deja de sorprender en su variedad- pero nuevamente nos dijeron: con esos zapatos no. El suelo es de una laja muy abrasiva con los neumáticos y se recomienda entrar con cubiertas de buen taco o con cuidado extremo. Flaqueó el espíritu aventurero ante la posibilidad de tener que volver sin auxilio.

La vuelta, por la Quebrada del Diablo, ofrece un espectáculo que a uno le hace reflexionar: el auto no va a desaparecer nunca mientras dure la inquietud humana por conocer lo que está más allá.

Amarok V6

Antofalla, una hermosa comunidad de 22 habitantes al costado del salar.

Amarok V6

Por aquí andan las camionetas de las mineras buscando litio, el oro blanco. También buscan el tradicional dorado.

Llegando

Amarok V6

La Amarok V6 a más de 4.600 metros sobre el nivel del mar. Aquí no existe la vegetación y las cumbres nevadas en noviembre parecen estar al alcance de las manos.

Volkswagen tiene en sus manos un motor gordo, potente, rendidor y de vieja escuela con este V6. Representa todo lo que está bien hecho y le da un plus por sobre toda la reñida competencia. El que más se le acerca es el 3.2 de la Ranger, pero mientras el Ford funciona como un caballo desbocado, el de VW es preciso y certero. Alemania vs. USA.

Ojalá Volkswagen se anime a hacer una verdadera versión Extreme con este motor, con caja manual, reductora y puesta a punto off-road. Tiene un potencial sin techo, gracias a su chasis y al V6 turbodiésel.

Viajar largos trayectos en ruta es uno de los usos más frecuentes que se les da a las camionetas en nuestro país, pese a que no parece lo más correcto. Con ese fin, la Amarok le saca una amplia ventaja a la competencia, ya que es lo más parecido a un auto que se ofrece en el mercado. Y no a un auto cualquiera, a un auto alemán.

La competencia llegará con la Mercedes Clase X y ahí Volkswagen deberá rever el equipamiento y la calidad de terminación de esta Amarok V6. Mientras tanto, en los concesionarios venden cada una de las unidades que se les asigna, pese a que vale más de un millón de pesos.

Amarok V6

La luna, al fondo, en un paisaje lunar.


Seguinos en Facebook o Twitter.

Para recibir más novedades de este tema te podés suscribir por mail a nuestro boletín gratuito.

 

Galería de fotos

Comentarios