Prueba de manejo: Ford Fiesta 2018

marzo 16, 2018 en Pruebas por Mauro Osorio

Ford Fiesta 2018

Probamos el nuevo Ford Fiesta 2018 en su versión mas barata llamada S Plus. Pese a los años que lleva en el mercado, sigue siendo uno de los referentes del segmento. 

La historia del Fiesta, antes llamado Fiesta KD, es más o menos conocida. Llegó en 2010 y revolucionó el segmento B: su diseño vanguardista se combinaba con una seguridad nunca vista por acá, con 7 airbags y control de estabilidad. Como si fuese poco, el interior tenía excelente calidad y hasta goma blanda en el tablero, otro feature desconocido en productos de marcas generalistas.

Todo esto no fue casual. Obedecía a una estrategia llamada One Ford que postulaba que el catálogo de la marca del óvalo debía ser similar en todos los mercados en los que tenía presencia. Ese Fiesta KD llegaba de México y era el mismo que podía comprar un ciudadano de Detroit.

Luego vino un primer restyling, algunas versiones empezaron a venir desde Brasil y el año pasado se produjo un cisma: mientras en Europa se presentó la séptima generación, en el Mercosur se trabajó en un segundo restyling de la sexta generación. Oficialmente el One Ford no se rompió, pero si se dobló, al menos con este auto. Ford sigue ofreciendo modelos globales en su lineup de Argentina, pero ahora hay un pequeño asterisco.

Este segundo restyling es lo que ahora conocemos como Fiesta 2018 (sin kintetic) y lo que probamos, en su versión más base que ahora no es la S, sino la S Plus. La gran pregunta a responder es: ¿qué tal hace frente este modelo a la competencia actual, que desde 2010 a la fecha se actualizó mucho?

Fiesta 2018 S Plus

  • Origen: Brasil
  • Precio: $346.800
  • Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros

Exterior

Ford Fiesta 2018

Ford Fiesta 2018. Versión S Plus.

De aquel primer Fiesta KD a este la chapa casi no ha cambiado. Es decir, tiene la misma silueta pero ha cambiado de cara. Este nuevo aspecto busca asimilarlo a la nueva generación europea, pero se queda corta. Su signo distintivo es la parrilla diamantada (no se me ocurre un adjetivo mejor) y el nuevo recorte que tiene la zona de los antinieblas, que en esta versión no están presentes.

El resto son cambios menores y se destacan  las llantas de 15, de aleación aunque sea la versión más barata. Lo que sucede es que ahora el Fiesta no debe cubrir toda la parte baja del catálogo, como hace un tiempo, ya que ahora lo tiene como escudero al Ka. Por eso tiene una gama amplia de 7 versiones, pero todas están razonablemente equipadas.

Personalmente creo que, en sí, este segundo rediseño no es el más lindo de la saga (me gusta más el primero) pero me parece que no queda mal frente a la competencia. Le hubiesen venido algunos cambios más en la parte trasera, no porque sea fea, sino para darle novedad. Es difícil distinguir uno de otro.

Ford Fiesta 2018

Ford Fiesta 2018

Es un diseño muy lindo, pero luego de tantos años su silueta perdió novedad.

Interior

Ford Fiesta 2018

Por dentro sí ha ido recibiendo cambios, no tanto de forma como de calidad. Desde que viene de Brasil la baja en las terminaciones ha sido notable, no sólo porque perdió la gama blanda que cubría el tablero, sino por la calidad de los otros plásticos y por terminación. Pero, y esto hay que decirlo, no está por debajo de sus competidores del Mercosur. O no de todos.

Ford Fiesta 2018

El volante es demasiado fino donde no tiene la agarradera. La visibilidad es buena.

La posición de manejo siempre fue de las mejores y lo sigue siendo, gracias a las múltiples regulaciones del volante (altura y profundidad) y el asiento. La visibilidad es buena, tanto del instrumental como hacia delante. La ergonomía general es buena y se agradece el control del audio en el volante, que por cierto es demasiado fino.

Las butacas no son de las más confortables pero no están mal. Atrás el Fiesta siempre fue chico para las piernas y por supuesto, ahora no ha cambiado. Lo que sí mejoró respecto a la versión entrada de gama que se vendía el año pasado es que ahora tiene tres cinturones de tres puntos y tres apoyacabezas y eso lo hace más seguro. Ya traía anclajes Isofix para colocar sencillamente sillas infantiles.

Ford Fiesta 2018

Bien por los tres cinturones inerciales de tres puntos, con sus respectivos apoyacaezas. El respaldo se rebate por tercios, algo que otros productos del segmento no traen en la versión base.

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El espacio para las piernas siempre fue el talón de aquiles del Fiesta y lo sigue siendo.

El baúl tiene 281 litros muy aprovechables, algo menos que sus competidores más recientes como el Argo, pero no está nada mal. En su interior hay un auxilio de menor diámetro que las cubiertas titulares, por lo que funciona como temporario, algo que no nos gusta pero ya es casi la norma en el Mercosur.

Ford Fiesta 2018

El equipamiento de esta versión base llamada S Plus está muy bien, si nos olvidamos de ese primer Fiesta KD y sus 7 airbags. Este trae lo dos obligatorios, pero lo acompaña con control electrónico de estabilidad (ESP), control de tracción y asistente a la salida en pendientes. Es algo que sólo el nuevo VW Polo lo trae de serie y otros competidores, como el Citroën C3, no lo traen en ninguna versión.

Además trae cuatro levantavidrios, espejos eléctricos, dirección de asistencia eléctrica, cierre centralizado con comando a distancia, alarma, luces de acompañamiento y stereo con conectividades varias y una pequeña y anticuada pantalla de 3,5 pulgadas, que por cierto se ve muy bien. El sistema Sync de comandos por voz es de los mejores del segmento por funcionamiento, aunque las funciones son limitadas al no tener pantalla color y mucho menos GPS.

El tablero está bien, con dos relojes clásicos grandes y uno más chico para el combustible. La computadora de a bordo se ha quedado en el tiempo comparada con la excelente pantalla monocromo que tiene el Fiat Argo en su versión base. Además, debe accionarse desde el clásico botón en el vidrio del instrumental, otra antigüedad.

El control del audio se cambió respecto a la versión que llegaba el año pasado y mejoró un poco la calidad. Mantiene la rueda del aire acondicionado que tiene una curiosidad: no tiene botón de velocidad 0, por lo que se prende desde la rueda que selecciona el tipo de salida.

Ford Fiesta 2018

El equipo es bastante anticuado en esta versión base. En las otras viene con pantalla táctil. Lo bueno es que el control por voz funciona muy bien.

A modo de conclusión del interior: este Fiesta 2018 merecía un interior nuevo, como el de la EcoSport que mejoró mucho, lo que no quiere decir que sea malo. La calidad está en la media del segmento y gana varios puntos al venir con control de estabilidad de serie. El espacio en las plazas traseras sigue siendo poco para adultos y en esto pierde frente a Argo y Polo. La calidad percibida no desentona contra la competencia. La calidad de los plásticos y la forma que encastran unos con otros son mejorables.

En marcha

Ford Fiesta 2018

Doble burlete en las puertas.

Fue tan avanzado el motor 1.6 Sigma de 4 cilindros en línea, 16 válvulas y distribución variable (Ti-VCT) que hoy sigue siendo el de mejor relación cilidrada-potencia del segmento. No tuvo cambios con los años y no los necesita.

Los caballos son 120 y el torque 152 Nm a 4.200 vueltas. Es un motor elástico, que rinde bien tanto de abajo como de arriba, poco ruidoso y que para completar consume muy poco. Fiat tuvo que recurrir a dos motores (1.3 de 99 CV y 1.8 de 130 CV) para ofrecer una gama variada en el Argo, VW a un 1.6 de 110 CV en el Polo y PSA tiene al rendidor 1.6 de 115, que es el que más se le parece. Renault-Nissan tienen un as en la manga con el 1.6 de la Kicks (120 CV) pero todavía no está disponible en un competidor directo.

Lo que quiero decir es que, a pesar de los años, el motor del Fiesta sigue vigente en prestaciones y consumos. VW podría haberlo superado con el 1.0 TSI (116 CV y 200 Nm de torque), pero no lo ofrece en Argentina. El 1.5 de Toyota es otra opción equilibrada pero de menor potencia y el único que realmente lo pasa por arriba es el 1.5 DOHC i-VTEC del Honda Fit, con sus 132 CV e inyección directa, pero no es un competidor directo ($435.000).

Ford Fiesta 2018

Este motor se combina con una caja manual de cinco marchas que también funciona de las mil maravillas, bien relacionada y con una selectora corta y precisa. Son una excelente pareja y nos hacen las cosas sencillas en el tráfico urbano. En ruta una sexta le vendría bien pero tampoco podemos decir que sea realmente necesaria.

La puesta a punto de las suspensiones es otro punto a favor de este Fiesta. Es bajo pero se la banca bien en ciudad  y sale ganando en ruta, donde se lo siente firme y bien plantado. Yendo bajo los vientos afectan menos y el consumo de combustible mejora.

Como valores de referencia, a 110 km/h ronda los 6,7 litros cada 100 km y en ciudad alrededor de 8,5 litros, valores realmente buenos para las prestaciones que ofrece. El tanque carga 51 litros de combustible grado 2 95 octanos según el manual, o sea, nafta súper.

Ford Fiesta 2018

La dirección con asistencia eléctrica es muy práctica en la ciudad y no ofrece problemas en ruta. El aislamiento sonoro es bueno en términos generales gracias al doble burlete en las puertas y sólo es algo alto el ruido a rodadura, sin que llegue a molestar.

Se puede usar en calles de tierra sin problemas, con alguna precaución por el despeje del suelo que, como dijimos, es bastante bajo, pero en general no toca. Es una puesta a punto realmente notable la de este Fiesta 2018.

Llegando

Ford Fiesta 2018

Tan revolucionario fue este Fiesta cuando se presentó en 2010 que hoy no ha perdido vigencia y puede competir mano a mano con productos recién concebidos. A todos nos hubiese gustado que llegue la nueva generación europea, pero Ford tomó otra decisión. Si en un par de años las ventas bajan notablemente, se darán cuenta que el rumbo era otro.

Donde más pierde es en el espacio de las plazas traseras, que quedó chico y por algo la séptima generación es más larga, ancha y tiene mayor distancia entre ejes. El diseño interior es otro ítem donde podría haber mejorado, como lo hizo la EcoSport: esos cambios se notan bastante y le dan una nueva vida al producto. El equipamiento de esta versión base no desentona con la competencia y tiene algunos puntos en los que la supera, como las llantas de aleación o el control de estabilidad.

No perdió nada en la parte dinámica. Hace muchos años que me no sentaba en un Fiesta y lo que recordaba es igual a lo que viví ahora, un auto bien plantado, con motor equilibrado que se defiende muy bien en todos los terrenos. La caja lo acompaña bien y lo mismo para la dirección.

Si este Fiesta se presentara ahora como nuevo, no desentonaría en el segmento. Su precio siempre fue algo elevado y hoy lo sigue siendo, sobre todo porque productos más nuevos como el Argo o el Polo salen más baratos. Ahí deberá mejorar si no quiere perder terreno.


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