Un estudio en Estados Unidos indica que 1 de cada 5 compradores nunca utilizó la mitad de la tecnología que trae su auto. Cuáles son las funciones menos usadas. 

En CarsDrive le damos un espacio importante a todas las nuevas tecnologías informáticas que va incorporando la industria del automóvil, porque te gusten o no, esa parece ser el camino al futuro. No hace mucho, el renunciado CEO de Volkswagen Martin Winterkorn dijo que en 2020 sus autos iban a ser smartphones sobre ruedas. Para nosotros, un auto es mucho más que un teléfono, pero tampoco podemos mirar hacia otro lado cuando la industria toma un rumbo.

Es por esto que también advertimos cuando la tecnología no termina de cumplir con los objetivos que «formalmente» se propone, como en el caso que reportamos del control por voz. Y decimos formalmente porque también hay sospechas válidas de que los fabricantes agregan tecnología a los autos para sumar valor agregado y no para solucionar problemas concretos, como son los de seguridad.

Un estudio reciente en los Estados Unidos de la consultora JD Power indica que quizás mucha gente aprecia menos el arsenal tecnológico de los autos que lo que los directivos de las automotrices piensan. Según el estudio, las automotrices están gastando miles de millones en desarrollos tecnológicos que los usuarios no usan.

El trabajo de JD Power se llama Driver Interactive Vehicle Experience (DrIVE) y estudia a 4.200 nuevos compradores durante los primeros 90 días de utilización del auto. Los resultados arrojan que el 20% de los consumidores nunca tocaron 16 de las 32 nuevas tecnologías que traen sus autos.

El ranking de las tecnologías que nunca usan los consumidores están lideradas por el asistente de abordo (una voz que hace de «conserje» similar al Siri de Apple) con el 43%, el acceso a internet ( (38%), el sistema de estacionamiento automático (35%), el head-up display (33 %) y las apps incluidas en el sistema multimedia del auto (32%).

Android Auto en el nuevo Hyundai Sonata

Además, según el mismo estudio, hay 14 tecnologías que el 20% de los clientes no quieren en su próximo vehículos, como Apple Car Play y Google Android Auto, el asistente de abordo y servicios de mensajería (SMS, WhatsApp) vía voz. Y en el caso de la Generación Y (los nacidos entre 1977 y 1994), el porcentaje de usuarios que no quieren sistemas de entretenimiento y conectividad a bordo sube hasta el 23%.

El head-up display es una elemento muy práctico y seguro que proyecta en el camino la información más importante del tablero. Sin embargo, mucha gente no sabe cómo utilizarlo.

Otro llamado de atención del estudio para las automotrices es el motivo por el cual la gente no utiliza estos sistemas. La principal es que no la ha pedido («venía en un paquete, yo no la pedí»), pero también hay mucha falta de información del vendedor del auto. Mucha de la gente no utiliza la tecnología simplemente porque el vendedor no le informó de las funciones ni mucho menos le explicó cómo usarlas.

En este punto es importante mencionar que muchas de las tecnologías son realmente útiles y pueden salvar vidas, como las advertencias de cambios de carril o el frenado automático. El informe de JD Power pone énfasis en que las automotrices deben poner más empeño en demostrar el funcionamiento de estas tecnologías a los usuarios.

Seguramente, algún lector estará pensando que la mayoría de esta tecnología no está disponible en Argentina y tiene razón. Pero, por un lado, ya empieza a llegar, inclusive en autos nacionales como el Ford Focus que trae estacionamiento automático o la Suran que trae Android Auto. Por otro, mucha de esta tecnología podría llegar a nuestro país casi en un abrir y cerrar de ojos.

Decimos esto porque muchos de los sistemas de infoentretenimiento que son estándar en nuestro mercado podrían incluir tecnología como la navegación por internet o el mencionado Android Auto con sólo una actualización. Sistemas como el MyLink de Chevrolet (que viene hace años en un montón de modelos), R-Link de Renault o Uconnet de Fiat ya ofrecen muchas de estas funciones en otros mercados.

En este sentido, algunas de las limitaciones para la utilización vienen de las telefónicas, que están lejos de brindar una buena conexión a internet, o de la legislación que no contempla algunas funciones.
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