La empresa Carvana instaló en Nashville, Estados Unidos una máquina vende autos. El proceso se realiza por internet y el cliente retira su auto con un ficha gigante. Video. 

Si sos vendedor de autos quizás no quieras leer esto. Una empresa de los Estados Unidos llamada Carvana está haciendo una pequeña revolución en el sistema de venta de autos usados. A través de un sistema totalmente automatizado, los clientes eligen y compran solos sus autos sin intervención del vendedor. Y al frutilla del postre es una máquina que entrega el auto al estilo de las expendedoras de golosinas o gaseosas.

La innovadora empresa ya tiene algo de historia en esto de cambiar el sistema de ventas de autos usados. El proceso se realiza totalmente por internet y el cliente puede realizar una vista de 360° al auto antes de decirse, inclusive en el interior. Además, puede elegir el tipo de financiación y por último, cómo quiere encontrarse con su nuevo auto: si prefiere que un delivery se lo lleve a su casa o ir a retirarlo a la máquina vende autos.

La maquina vende autos tiene una especie de garage vertical que hace acordar mucho a las famosas torres de Volkswagen en el museo Autostadt, en Wolfsburgo. Después de haber comprado el auto, el cliente recibe una simbólica ficha gigante que le entrega su vehículo después de bajarlo de la torre. El cliente no entra en contacto en ningún momento con vendedores, lo que para muchos seguramente será una bendición

Más allá de lo pintoresco de la maquina vende autos, el sistema en sí es interesante, por más que a los vendedores les suba la temperatura. Una de las claves, según Carvana, es la selección cuidadosa de los usados y el control de calidad que realizan. No compran autos chocados y si el auto tiene algún detalle, se informa al comprador. Además, como se puede ver en el video, el cliente puede hacer un completo tour virtual del auto real que va a comprar, gracias a las imágenes en 360°.

La empresa dice que, prescindiendo de los vendedores y demás personal, puede ahorrar en costos y ofrecer los autos a un precio más bajo que el resto del mercado. De todas formas, si el cliente lo desea, puede hablar telefónicamente con un asistente para que le ayude en el proceso.

Finalmente, comprador puede dar una vuelta en el auto para asegurarse que la compra le satisface. De todas formas y para evitar malos entendidos, el sistema cuenta con una garantía de cambio directo si el cliente no quedó conforme con su elección, por un plazo de una semana.

La máquina vende autos se instaló hace unos meses en Nashville, Tennessee (no nos habíamos enterado) y Carvana piensa abrir otros «locales» en distintas ciudades. Y si no, queda el delivery de autos, que tiene un costo de 200 dólares. El terror de los vendedores de autos ya es una realidad.

 
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